Rafael Alberti

Puerto de Santa María, Cádiz (España) 1902
Puerto de Santa María, Cádiz (España) 1999

Rafael Alberti Merello nacía en El Puerto de Santa María (Cádiz) el 16 de diciembre de 1902, quinto de los seis hijos que tuvo el matrimonio de Agustín y María, nieto de bodegueros proveedores de las cortes europeas. En 1917 se trasladaba con su familia a Madrid, para dedicarse a copiar pinturas en el Museo del Prado, vocación que prefirió al bachillerato, que jamás terminaría. La nostalgia de la bahía de Cádiz y los remordimientos tras la muerte de su padre, le llevaron a refugiarse en la poesía y dejar la pintura en un segundo plano. A partir de ese momento, iría introduciéndose en la Residencia de Estudiantes, donde se relacionaría con los padres de la que se daría en llamar Generación del 27 (Dámaso Alonso, Lorca, Gerardo Diego y Aleixandre, entre otros),  el ponderado movimiento intelectual que, según los estudiosos, había surgido con motivo del homenaje celebrado en Sevilla en 1927 a Luis de 

Quinto de los seis hijos que tuvo el matrimonio de Vicente y María, formaba parte de una familia de bodegueros proveedores de las cortes europeas. Con 10 años ingresa en el colegio de las Carmelitas, para un año después formar parte como alumno externo del colegio de san Luis Gonzaga (jesuitas), el mismo que había tenido como alumnos a Juan Ramón Jiménez y a Fernando Villalón.

En 1917 se traslada con su familia a Madrid, para dedicarse a copiar pinturas en el Museo del Prado, vocación que prefirió al bachillerato, que jamás terminaría. En la práctica de estas copias muestra igual fascinación tanto por los grandes maestros como por los artistas de vanguardia, en especial por Daniel Vázquez Díaz. Así, en sus primeras obras plásticas, entre 1917-1920, pueden verse características propias del cubismo y el ultraísmo.

Sin embargo, la nostalgia de la bahía de Cádiz y los remordimientos tras la muerte de su padre, le llevaron a refugiarse en la poesía y dejar la pintura en un segundo plano. A partir de ese momento, iría introduciéndose en la Residencia de Estudiantes, donde se relacionaría con los padres de la que se daría en llamar Generación del 27 (Dámaso Alonso, Lorca, Gerardo Diego y Aleixandre, entre otros),  el ponderado movimiento intelectual que, según los estudiosos, había surgido con motivo del homenaje celebrado en Sevilla en 1927 a Luis de Góngora, en el centenario de su muerte, formado por un grupo extraordinario de autores que renovaría las letras e influiría de forma determinante en todas las artes.

Alberti reunió entre 1920 y 1924 sus primeros poemas bajo el título “Mar y Tierra”, que presentó en el  Premio Nacional de Literatura de 1924-1925, y ganó, junto al poeta santanderino Gerardo Diego. El libro se titularía definitivamente “Marinero en Tierra”, una alusión alegórica al sentimiento de pérdida o distanciamiento con respecto sus orígenes costeros.

Por esos años entabló amistad con poetas como Juan Ramón Jiménez, Pedro Salinas, Jorge Guillén, Emilio Prados y Manuel Altolaguirre, el compositor gaditano Manuel de Falla, y los genios de la pintura y el cine Dalí y Buñuel (también mantendría fuertes vínculos con Pablo Neruda y el francés Louis Aragon).

Intervino como activista en las protestas estudiantiles contra el general Primo de Rivera, y, en 1929 publicó una de sus obras maestras, “Sobre los ángeles”, de fuertes tintes surrealistas.

Se casó en 1930 con la escritora María Teresa León, con la que compartió los años de su exilio por Buenos Aires y Roma (Mª Teresa fallecería en 1988), y con la que tuvo una hija, Aitana. En 1931 estrenó su primera obra de teatro, “El hombre deshabitado”.  En este momento se posiciona a favor de la República y su obra sufre una inflexión, pues decide abandonar una poesía de corte burgués y ponerla al servicio de la revolución española y el proletariado internacional. Ese mismo año comenzó a relacionarse en Francia con Picasso y escritores sudamericanos como César Vallejo, Miguel Ángel Asturias y Alejo Carpentier, además de viajar a Bélgica y Alemania, donde contacta con Bertolt Brech.

Becado por la Junta para la Ampliación de Estudios de la Segunda República Española, viajó en 1932 a la Unión Soviética y trató con los escritores soviéticos de la época. El año siguiente conoce a Pablo Neruda y, según cuenta en sus memorias, empieza a convertirse en  “poeta en la calle”: en realidad, el poeta nunca separó su labor intelectual de su actividad política, desde sus primeros versos hasta su retiro en Puerto de Santa María.  Escribió multitud de poemas satíricos y de agitación, que recitaría en actos políticos, bibliotecas obreras y  plazas públicas. En 1933 asistió en Moscú como invitado al primer Congreso de Escritores Soviéticos.

A partir de 1934 inicia una gira por varios países americanos, y, en 1936, año de la muerte de Lorca, tiene una fuerte participación cultural en España, interviniendo en la campaña por el Frente Popular, creando la revista “El mono azul”, y dirigiendo el Museo Romántico y la Secretaría de la Alianza de Intelectuales Antifascistas.

Durante la Guerra Civil se entrevistó con Stalin en Moscú, y en el transcurso del asedio a  Madrid, participó en la evacuación de las obras del Museo del Prado, para evitar su destrucción bajo el bombardeo de la artillería nacional.  En 1939 sale en avión de España, junto con su mujer, para finalmente desembarcar en Buenos Aire en 1940.

Su etapa en Argentina está marcada por una intensa actividad editorial y poética, hasta que en 1963 decide trasladarse a Roma y ejercer nuevamente como pintor y grabador, alternando con su labor como poeta.

El 27 de abril de 1977 regresó a España: en junio de ese mismo año fue elegido diputado a Cortes del PCE por la provincia de Cádiz, pero poco después, en octubre de ese mismo año, renunció al escaño. Desde su vuelta a España residió en su ciudad natal, el Puerto de Santa María.

En 1989, la Diputación de Cádiz creó en su ciudad natal la fundación que lleva su nombre, a la que se trasladó gran parte de su archivo y biblioteca personales. En 1990 contrajo matrimonio en segundas nupcias con María Asunción Mateo, quien le ha acompañado y representado durante los últimos años.

Premios y distinciones:

  • Premio Lenin de la Paz (1965)
  • Premio Etna-Taormina (1975)
  • Premio Struga (1976)
  • Premio Nacional de Teatro (1981)
  • Doctor honoris causa Universidad de Toulouse (1982)
  • Comendador de las Artes y las Letras de Francia (1982)
  • Premio Cervantes (1984)
  • Doctor honoris causa Universidad de Cádiz (1985)
  • Medalla Picasso de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) (1988)
  • Doctor honoris causa Universidad de Burdeos (1990)
  • Doctor honoris causa Universidad de Granada (1990)
  • Doctor honoris causa Universidad Complutense de Madrid (1992)
  • Doctor honoris causa Universidad Politécnica de Valencia (1993)
  • Premio Andalucía de las Letras (1993)
  • Ciudadano de Honor de Roma (1998)
  • Creu de Sant Jordi (1998)

(Fuente: Biografías de la Real Academia de Historia)

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